Resurrexit.
Nuestro Padre Jesús Resucitado. Úbeda. (Foto de Diego Godoy). |
Dogma fundamental de la fe cristiana es la “creencia en la Resurrección de Jesucristo al tercer día de su muerte”. El episodio se confirma en apariciones a los discípulos, a María y a María Magdalena, durante un ciclo de cuarenta días que preceden a su Ascensión. Su concreción iconográfica no se produce hasta la Edad Media, momento en que se plasma una imagen de Cristo asentado en tierra, llevando el estandarte de la Resurrección con su cruz roja, bien de pie en el sarcófago abierto o en el momento de salir de él. Junto a esta Imagen, otra de carácter devocional se difunde en Italia y en Europa del Norte, mostrando a Cristo suspendido en el aire, como si de una Ascensión se tratase. Condenada ésta en Trento, así como el motivo de la tumba abierta, a partir de la segunda mitad del siglo XVI se difunde una imagen de Jesús en tierra ante una tumba cerrada. El tema encontró una vía de difusión amplia a través de la pintura, no así mediante la escultura; medio a través del cual son más restringidas. En el campo de la imaginería procesional el resucitado adopta un tono triunfal, subrayado por sus brazos en alto y extendidos, apartándose en muchos casos de la iconografía oficial y mostrando una visión equivocada a veces, más propia de la Ascensión.
El ciclo iconográfico de la Glorificación de Jesús, también denominado la Vida sobrenatural de Jesús, comprende los episodios de la “Bajada al Limbo”, la “Resurrección”, las “apariciones”, la “Ascensión” y “Pentecostés”. De toda esta serie de acontecimientos el asunto más significativo, trascendente y brillante es la Resurrección, que garantiza la de los muertos de acuerdo con la ecuación Christianus altar Christus, convirtiéndose así en el dogma fundamental de nuestra fe cristiana. En los evangelios canónicos y apócrifos la Resurrección de Jesús es el regreso momentáneo de Cristo a la Tierra, donde realiza numerosas apariciones en Judea y Galilea antes de ascender a los cielos cuarenta días después.
La Semana Santa carecería de sentido si a la muerte no sucediera la resurrección. Asimismo, pues, se encargan pasos de Cristo Resucitado para uso procesional. En 1582 concertó el escultor Jerónimo Hernández la imagen de Cristo Resucitado con destino a la cofradía Sevillana del Dulcísimo nombre de Jesús, hoy en la iglesia de la Magdalena de la capital hispalense. Se ofrece desnudo, con el brazo derecho levantado, recordando al famoso Cristo de Miguel Ángel, en la iglesia de Santa María Sopra Minerva, de Roma.
Así en nuestra provincia tenemos la mejor representación a este tema, es el Cristo Resucitado de la capital Jiennense. Obra de Rafael Rubio Vernia, el cual acude a los evangelios apócrifos y la tradición iconográfica, realizado en 1952, ofrece un Resucitado ascensional, donde Jesús planea sobre el sarcófago que, por otra parte, no figura en el paso.
En torno a 1949 se estrena en Úbeda el paso del Resucitado. Ejecutado por Palma Burgos, como tantas imágenes ubetenses, su originalidad es mediocre. Se trata de un Cristo, en pie sobre el sepulcro y desprovisto de sudario, que resbala hacia el suelo. En su base, un potente ángel sirve de contrapunto al cuerpo exiguo y esbelto de Cristo. El rostro queda dispuesto al recogerse el cabello a la nuca. Aunque este paso puede resultar muy novedoso por su iconografía. (26). Hoy la podemos admirar en su capilla de la iglesia de San Nicolás de Bari.
(26) …Llegó el día anhelado y todo eran alabanzas ante tan magnifica obra, las caras con alegría y satisfacción, salvo la del párroco algo más circunspecta que de costumbre:
- Oye Pepe (refiriéndose a Anguís) parece que este Cristo está muy deshonesto.
- No se preocupe usted, ahora mismo mando al Métrico para que se compre pana para hacerle unos pantalones.
Con este sentido tan socarrón que don José Anguís se gastaba dio por zanjado el tema de la deshonestidad de la imagen. El cura no se abrevió a sacar más el tema a colación…
Con este sentido tan socarrón que don José Anguís se gastaba dio por zanjado el tema de la deshonestidad de la imagen. El cura no se abrevió a sacar más el tema a colación…
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