miércoles, 15 de mayo de 2019

TEMA DE LOS PASOS X. Santo Sepulcro y Santo Entierro de Cristo.

Santo Sepulcro y Santo Entierro de Cristo.


Cristo Yacente de Gregorio Fernández. Valladolid. (Foto del Museo Nacional de Escultura).



Después de haber obtenido el permiso de Pilatos para llevarse el cuerpo de Cristo, José de Arimatea lo envuelve en una sábana y lo deposita en un sepulcro nuevo que había hecho excavar en la roca, al pie del Calvario. Lógico que el momento de ser Cristo depositado en el sepulcro fue precedido por situaciones que revelan profundas emociones: el traslado del cuerpo y su contemplación trágica por la Virgen, los Santos Varones y las Marías. En realidad nada nos dicen los evangelistas de estos dos pasajes, pero la tradición católica y la devoción de los fieles y de los imagineros nos han legado muestras de gran valor artístico al respecto.

Puesto que casi siempre ocurre en estos temas es el Gótico el estilo que inicia este “paso”, ya que el Románico lo ignora, y es Jacobo Florentino, el Indaco, el que nos deja, ya en el tránsito hacia el Renacimiento, la primera expresión sobre dicha escenificación de arte en España es el grupo que se guarda en el Museo de Bellas Artes del Palacio de Carlos V de Granada. No hay que desdeñar, asimismo, los pequeños conjuntos que se conservan de Pedro Millán en Sevilla. Tampoco nos podemos olvidar del grupo escultórico “Llanto sobre Cristo muerto”, de estilo hispano-flamenco en la iglesia de la Santísima Trinidad de Alcaraz (Albacete). En el Renacimiento, ya en su fase manierista, contamos con los originalísimos y excepcionales “entierros” de Juan de Juni, en composiciones ambas muy diferentes, que se hallan uno en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid y otro en la Catedral de Segovia. Dentro del Barroco, la divulgación de imágenes de este sentido se refiere casi en exclusiva a Cristo como figura única o con ángeles, en el sepulcro. Se inicia este momento por el baezano, aún renaciente, Gaspar Becerra, con el Cristo Custodia del monasterio de las Descalzas Reales de Madrid; y continúa, ya en pleno Barroco, tanto en Castilla como en Andalucía, con imágenes tan características y acertadas como la serie inimitable de Cristos yacentes de Gregorio Fernández (entre los que destacaremos el tallado para el convento de capuchinos de Madrid); el atribuido a Juan de Mesa en la capilla de San Gregorio de Sevilla; el Yacente del monasterio de San Jerónimo de Granada con atribución a Pablo de Rojas y el Cristo Yacente atribuido a Pedro Roldan de la parroquial del Collado de Segura de la Sierra de Jaén.

En el arte contemporáneo escasísimas son las representaciones de valor artístico que bajo esta advocación hay en España, si bien algunas gozan de gran devoción popular y otras son simples obras académicas modernas.

En nuestra ciudad, conservábamos el relieve del Santo Entierro del Retablo de la Capilla de los Vago (20), representa el acto de la colocación del cuerpo inerte de Cristo en el sepulcro. De estilo plateresco, el conjunto es bello y parece inspirado en el de Jacobo Florentino. Actualmente se conserva en San Pablo de Baeza. A parte de este relieve, en el magnífico retablo que Andrés de Vandelvira hiciera para la Capilla del Hospital de Santiago, había otro relieve representando la deposición en el sepulcro. Este retablo con tallas de Luis de Zayas y Briñó y dorado por Rosales y Raxis. Fue desmantelado durante la última guerra civil de 1936. A parte de estos relieves en 1936 desaparece el Santísimo Cristo de la Hiedra que se veneraba en la Colegiata de Santa María. Otros relieves del entierro de Cristo, también tuvieron la misma suerte, estos, estaban esculpidos en el retablo mayor de San Isidoro y en la sillería de la Sacra Capilla de El Salvador.

Actualmente conservamos dos imágenes de Cristo Yacente y un hermoso grupo escultórico del Santo Entierro de Cristo. Estas imágenes se guardan en la Colegiata de Santa María de los Reales Alcázares. Aunque desde 1983, residen en la iglesia de San Pedro, al estar cerrada Santa María, por restauración.

El grupo escultórico del Santo Entierro está compuesto por seis imágenes: el Señor sostenido sobre el sudario por San Juan y la Magdalena, que forman un solo cuerpo, y la de la Virgen y los Santos Varones, que son independientes. Tienen un tamaño mayor del natural, para que vistas desde el suelo sobre la altura trono, se reduzcan sus dimensiones a las normales de una persona.

El conjunto realizado en 1947, por la gubia de Francisco Palma Burgos, por el cuál obtuvo el prestigioso premio Nacional de Escultura, se veneraba en su capilla de Santa María de los Reales Alcázares.

En 1955, las imágenes de los Santos Varones, dejan de procesionar y unos años, y de recibir culto en su capilla de la iglesia Colegial de Santa María. En 1990, tras la inauguración del Museo de Semana Santa, son depositados en el mismo. De 1997- 1998 el grupo escultórico excepto los Santos Varones fue restaurado por Foronda Lozano y Francisco Pérez Vargas. Actualmente, los Santos Varones, que han sido recuperados y restaurados, vuelven a ser procesionados, recibiendo de nuevo culto.


De 1939, data la imagen del Yacente, recuperada recientemente, ya que en 1967 fue sustituida por la actual. La imagen, fue realizada en los talleres de Olot (Girona). La actual imagen del Yacente, realizada por el escultor malagueño Francisco Palma Burgos, es considerado como una de sus mejores obras y donde, a un rigor expresivo, se une nuevamente ese interés por el estudio del desnudo.

(20) Ver foto de la portada del libro.

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