miércoles, 15 de mayo de 2019

TEMA DE LOS PASOS VI. Ecce Homo y Sentencia de Cristo.

Ecce Homo y Sentencia de Cristo.

Desaparecido Ecce Homo. Atribuido a Miguel Ángel. Regalo del Emperador Carlos v a la Capilla de El Salvador. (Foto Pelayo Más. Barcelona).


Cuando a los verdugos se les cansaron los brazos, cubrieron al reo con un disfraz de rey; una raída capa militar, que se pegaba a la carne con lo que la tela quedó impregnada de sangre; una caña raquítica como cetro; y una corona de espinas la cabeza, para que los regueros de sangre que brotaban de la frente cubrieran todo el rostro y la parte delantera del cuerpo.

Y Jesús fue presentado al pueblo con este lamentable aspecto, sujeto por dos soldados ya que no se podía sostener de pie. Pilatos creyó que así podría salvarle. Al momento fue sacado de su error por las carcajadas de la muchedumbre, de nuevo hábilmente agitada por los sacerdotes.

-¡Aquí tenéis a vuestro Rey! –Gritó Pilatos-. ¿Qué he de hacer con él?
-¡Crucificadlo! ¡Llévalo al madero! –vociferó la masa enloquecida.
-¡Ecce homo! (¡Ahí tenéis al hombre!) –dijo el gobernador romano, vencido.

San Mateo señala en su Evangelio este momento de la Pasión cuando los sacerdotes y los ancianos persuadieron a la muchedumbre que pidieran a Barrabás e hicieran perecer a Jesús. San Lucas insiste en la presentación de Jesús ante el pueblo: “Y el pueblo a grandes voces, instaba pidiendo que fuese crucificado”. San Juan y San Marcos traen a colación el mismo pasaje, repitiendo usualmente los mismos términos de los otros dos evangelistas.

El título de Ecce Homo se aplica casi siempre a la imagen de Jesús, a menudo en relieve o de busto (José de Mora y Pedro de Mena, en Granada, crean un tipo de Ecce Homo de busto completo, de excelente originalidad), con manto de púrpura y caña entre los brazos cruzando el pecho. Igualmente este pasaje pasionista se le denomina en diversos lugares de Andalucía “Jesús de la Sentencia”, por la que pronunció Pilatos tras el simulacro de juicio a Cristo.

Sin embargo, son escasas las tallas antiguas que con esta denominación se veneran en España. Así, por ejemplo, en Castilla León existe en Valladolid con el nombre de Ecce Homo una talla vestida con túnica blanca, manto púrpura y caña entre los brazos cruzando el pecho y sentada con corona de espinas. La imagen que se debe a Gregorio Fernández, se venera en la Penitencial de la Vera Cruz. En Andalucía, en cambio, casi todas las esculturas de esta devoción se encuentran en su sector oriental, concretamente en Granada, como ocurre con los Ecce Homos ya citados de José de Mora y Pedro de Mena, a los que hay que añadir los relieves o bustos ejecutados por los hermanos García o José Risueño, cubriendo así dos siglos de escultura, el XVII y el XVIII. Habría que resaltar entre todos ellos al Cristo de la Sentencia, de José de Mora, que se venera en la iglesia parroquial de San Pedro de Granada; y el Ecce Homo, atribuido a Alonso Cano, en la parroquia de Longares (Aragón). Otra escultura digna de mencionar es el Ecce Homo en piedra del siglo XVI, atribuida a Andrés de Vandelvira y que se conserva en la Santa Iglesia Catedral de Jaén. En la vecina Baeza hallamos una imagen de talla completa, en la iglesia de El Salvador, en su altar Mayor, con el título de “La Humildad”. Este Cristo pertenece desde el siglo XVII a una cofradía de penitencia que tuvo sede, con capilla propia, en el desaparecido convento de San Francisco. Tras la ruina completa del templo en el XIX la imagen pasan a la parroquial de El Salvador. Este Cristo de la Humildad posee cierto parecido con Nuestro Padre Jesús de la Paciencia, de la iglesia de San Matías, en Granada, atribuido a Pablo de Rojas, puesto que la composición de las extremidades inferiores y del torso, la policromía, el paño de pureza y la expresión del rostro recuerdan a la obra baezana. Igualmente, y sólo por su valor anecdótico, cabe la mención de un Ecce Homo, en capilla de reducidas dimensiones, a espaldas de la iglesia de Santa María Abacial de Alcalá la Real.

En Úbeda citaremos varías: en primer lugar un busto de Ecce Homo atribuido a Miguel Ángel. Regalo del Emperador Carlos V a don Francisco de los Cobos. Terracota policromada del siglo XVI, depositada en la Sacra Capilla de El Salvador, fue destruida en 1936. En la misma iglesia se hallaba otro Ecce Homo, bajo el título del Cristo de la Caña, realizada en el XVIII fue destruida en 1936. La misma suerte tuvo la imagen del Señor de la Humildad, imagen de larga cabellera realizada en el siglo XVI y de autor desconocido. Esta talla pertenecía a la Real Cofradía de la Humildad, desde el siglo XVI se veneraba en la iglesia de San Millán y en 1913 tras la fundación de la Hermandad pasó a ser venerada a la iglesia de San Pablo. En la sacristía del Hospital de Santiago hay un Ecce Homo realizada en el XVI, con pintura mural al fresco por Rosales y Rajéis.



En Santa María de los Reales Alcázares, hallamos otro Ecce Homo bajo el título del Cristo de los Toreros. Esta imagen en piedra policromada del siglo XVIII, procede del desaparecido Convento de San Juan de Dios. Su iconografía consiste en que tiene corona de espinas, tres ráfagas, la cabeza inclinada hacia el pecho y ladeada, una soga de reo al cuello, las manos cruzadas y anudadas; se cubre con túnica grana que sostiene con sus manos para cubrir su desnudez. Constituye de poco más de medio cuerpo.

Citemos ahora, las dos imágenes de Ecce Homo bajo la advocación del Señor de la Humildad. La primera es un Ecce Homo, realizado por el escultor Juan Cristóbal y adquirida en 1949, por doña Patrocinio Sabater, para ser venerada y procesionada por los hermanos cofrades de la Humildad. Este Ecce Homo que no compensó los intereses de sus cofrades, es sustituida en 1954 por la actual, obra de Amadeo Ruiz Olmos que pasó desde entonces, a ser la nueva imagen titular de la cofradía. La imagen del Cristo de la Humildad obra de Juan Cristóbal, esta almacenada actualmente en el Palacio de don Natalio Rivas Sabater, en un lamentable estado de conservación.

Inducido el pueblo por los sacerdotes para que Jesús fuese crucificado y no surtiendo efecto la proposición de Pilatos, que intenta sustituir a Jesús por Barrabás, el Procurador se lava las manos diciendo: “Yo soy inocente de la sangre de este justo.” Mientras tanto, Cristo permanece callado y así, maniatado y con la corona de espinas. En Andalucía tenemos el mejor ejemplo de la representación de este paso, exactamente en Sevilla, es la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia titular de la Hermandad de la Macarena, realizada en 1654 por Felipe Morales. En nuestra provincia contamos con una representación contemporánea de esta escena pasional, es obra contemporánea de Amadeo Ruiz Olmos, y se halla en Torredonjimeno.

La Sentencia, es un paso procesionado en Úbeda. La talla de Jesús Sentenciado se venera en la iglesia de Santa Teresa, fue realizada en el año 1998 en Sevilla, por José Antonio Navarro Arteaga y sigue los cánones clásicos y tradicionales de la imaginería Sevillana. Le acompaña dos soldados romanos, uno manda callar a la multitud. Pilatos sentado, contempla la escena acompañado de su esposa Claudia y de su consejero. Estas imágenes son obra también de José Antonio Navarro Arteaga realizadas entre 2003 y 2004.

Mientras el Cristo Sentenciado subirá al altar: el resto de las figuras se almacenarán en la casa de hermandad.

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