domingo, 5 de mayo de 2019

PRÓLOGO.

Decía, el presbítero D. Manuel Martell, que podíamos decir, sin temor a equivocarnos, que Úbeda es, además de uno de los más bellos tratados de arte que pueden existir en el mundo, un autentico y verdadero tratado de teología tallado en piedra, o llevado al lienzo por el pincel de ilustres pintores…

Úbeda es ciudad monumental, histórica, artística, bella donde las halla. La Ciudad, lo dicen quienes la visitan, “deja algo dentro cuando uno se marcha de ella”. Una a una, sus Iglesias, sus capillas, sus campanarios y torres, si se estudian con detalle, son una verdadera lección de Teología Dogmática, grababa, esculpida y perpetuada en la piedra, para que no sea una simple lección que escuchan los alumnos, sino lección perenne que han de descubrir generaciones y generaciones…

Han pasado varias décadas desde aquella declaración de intenciones, y como bien nos recuerda el autor en esta obra, nuestra ciudad junto a la vecina Baeza, recibieron el reconocimiento de la UNESCO y fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad el día 3 de julio del año 2003. Es a partir de esta fecha, cuando a los ubetenses, nos corresponde conocer, velar y perpetuar en el tiempo, este reconocimiento.

Decía nuestro ilustre paisano, Antonio Muñoz Molina, que la responsabilidad de esta nominación, conlleva una conciencia universal del tesoro que nos han legado, el cual, no sólo debemos custodiar, si no que es obligación de los ubetenses, conservar y mejorarlo…

Corroborando estas palabras, viene el autor del libro, desde hace unos años, sumergiéndose en la historia e inventario del “Patrimonio Perdido”, de esta mágica Ciudad. Patrimonio que nos presenta a través de sus artículos, semana a semana, en el semanario local “Úbeda Información”.

Nuestro novel autor, Juan Ángel López Barrionuevo, pertenece a una generación de jóvenes escritores, interesados en profundizar en las raíces de su tierra, sus tradiciones y costumbres. Entre ellas, especialmente su Semana Santa. No es de extrañar que sus vínculos cofrades, se vean reflejados en la multitud de artículos que llevan su firma en los distintos boletines cofrades, que anualmente editan las hermandades ubetenses.

Entre otras cosas, esta obra nos presenta la simbiosis, que primavera a primavera, se produce entre el incomparable conjunto renacentista de la ciudad y sus pasos procesionales.

Por último, y a modo de presentación del autor, les diré que Juan Ángel, nació en Úbeda el 26 de mayo de 1979, en la desaparecida clínica “Virgen de Guadalupe”, sita en la calle Arjona. Corretea y aprende sus primeras letras en el renacentista patio, del otrora Convento de la Trinidad. Posteriormente se impregna de la filosofía y el modo de vida, que a muchos de nosotros, nos ha legado la formación salesiana. Por último completa sus estudios en el Instituto de Enseñanza Secundaria “Los Cerros”, obteniendo el título de Técnico Especialista de Electricidad.

Solo nos resta añadir, que entre tus manos, tienes una obra pulcra y mimada del Arte, Simbología y Religiosidad de la ciudad de los Cerros, ¡que Usted la disfrute…!

Pedro Mariano Herrador Marín.

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